HIDROMIEL
En las ondulantes colinas de Linares, Nuevo León, donde el sol acaricia los campos y las brisas susurran historias de antaño, se encuentra el corazón de nuestra pasión: El Hidromiel de Linares.
En este rincón del mundo, donde las huertas de naranjas se extienden, la magia comienza con las delicadas flores de azahar. Es aquí donde las abejas, laboriosas guardianas de nuestra tradición, recogen el néctar de estas flores, transformándolo en la dulce esencia que da vida a la miel de azahar.
Pero nuestra historia no se detiene aquí. En los prados y campos silvestres de nuestra región, donde la naturaleza despliega su paleta de colores más vibrantes, las abejas recolectan el néctar de una miríada de flores silvestres. Esta miel multifloral, con sus matices únicos y su riqueza de sabores, captura la esencia misma de nuestra tierra.
En la elaboración de nuestro hidromiel usamos una mezcla de ambas mieles, es por esto que en cada copa de nuestro Hidromiel Linares, se despliega un cuadro vívido de la región, donde la dulzura del azahar se entrelaza con la diversidad floral de nuestros campos. Es un tributo a la tierra que nos nutre, a las abejas que dan vida a nuestras colmenas, y a la pasión que infundimos en cada gota de este elixir dorado.
licor de naranja
En lo profundo de la región citrícola de Nuevo León, donde los campos se extienden bajo un cielo eternamente azul y el aroma a cítricos perfuma el aire, nace nuestro orgullo: el Licor de Naranja Linares.
Aquí, entre los huertos de naranjos que se mecen con el viento suave y los rayos dorados del sol, encontramos el alma de nuestra creación. Las naranjas, con su color vibrante y su sabor exquisito, son el tesoro de nuestra tierra. En estas tierras fértiles, donde el suelo está impregnado de historias de cosechas pasadas, hemos capturado la esencia misma de la región citrícola.
Cada botella de nuestro Licor de Naranja Linares es un tributo a la abundancia de nuestra tierra, a la dedicación de quienes la cultivan y a la pasión que infundimos en cada paso del proceso. Con cada sorbo, se despliega un viaje sensorial a través de los campos de naranjos, donde el dulce aroma de la fruta madura y el sabor jugoso se mezclan en perfecta armonía. Es más que una bebida: es un pedazo de nuestra tierra, enfrascado para deleitar los sentidos y alimentar el alma.
licor de tamarindo
En los rincones del hermoso pueblo de Linares, donde la tradición y la pasión se entrelazan, surge nuestro Tesoro de Tamarindo, una joya entre los licores artesanales.
Aunque el tamarindo no sea un hijo legítimo de nuestra tierra, su presencia se ha vuelto imprescindible en nuestros corazones y en nuestras reuniones. Durante años, hemos cultivado el arte de la licorería para compartir con amigos y familiares momentos de alegría y hermandad. Entre las risas y las historias, el licor de tamarindo se convirtió en el favorito indiscutible, un símbolo de afecto y conexión.
Al principio, no pensamos en llevarlo más allá de nuestro círculo íntimo. Sin embargo, la insistencia de las amistades fue más fuerte que la modestia. Decidimos entonces que este elixir, imbuido con el amor y el cuidado que caracterizan a nuestra pueblo, merecía ser compartido con el mundo. Así nació nuestro Licor de Tamarindo Linares, una muestra de que lo que está hecho en Linares no solo está bien hecho, ¡sino que está destinado a deleitar paladares y a enriquecer momentos en cualquier parte del mundo!